Federico Potarski tenía 29 años, un presente como futbolista del club Berazategui (Primera C) y un futuro en el que soñaba poder ganarse la vida con la pelota que tan bien manejaba. Pero una bala a traición terminó con todo y hoy los investigadores del crimen sospechan que fueron tres jóvenes de la zona de la Villa San Petersburgo (La Matanza) los que estuvieron detrás de todo. Los tienen identificados y estarían al caer.
La Justicia ya allanó las casas de los tres sospechosos, Federico Potarski, apodados “Pocha”, “Gonzi” y “El Paraguayito”, pero no logró resultados. La sospecha es que al marcador central de la Asociación Deportiva Berazategui lo asesinaron para robarle el auto, aunque se desvaneció una primera hipótesis que señalaba que el futbolista estaba trabajando para una App de viajes en el momento del asalto.
El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios Dolosos de La Matanza, Federico Medone, ordenó 4 allanamientos en distintas casas de localidad Isidro Casanova, pero todos arrojaron resultado negativo. En los primeros dos allanamientos, la Policía fue a buscar a “Pocha”, en un asentamiento de la zona, y en la casa de su hermano.
El otro procedimiento fue en la casa de “El Paraguayito”, a pocas cuadras del lugar del asesinato. También allanaron una casa de “Gonzi”, en Peribebuy al 5300, a escasos metros del cruce con la calle Rucci, también en Isidro Casanova.
El asesinato se produjo el jueves 14 de julio por la noche en Gaboto, entre La Porteña y Colonia, a metros del asentamiento ubicado en el barrio San Alberto. Allí el jugador fue encontrado herido de un disparo en la cabeza, por lo que fue trasladado al hospital Paroissien, de Isidro Casanova, adonde llegó muerto.
La víctima estaba a unos 20 metros de su auto Fiat Uno y cerca de la entrada al pasillo de la Tira 32 del barrio de emergencia. En el lugar del crimen se halló intacta su billetera, con 3.960 pesos.
El asesinato de Potarski se convirtió en un símbolo de la oleada de crímenes que viene golpeando a La Matanza en los últimos meses. La reiteración de casos tiene un denominador común: falta de presencia policial e impunidad,