Ayer, dos hermanos fueron hallados muertos en un departamento en una zona del barrio porteño Villa Pueyrredón y los investigadores sospechan, a partir de la escena con la que se encontraron en el lugar, que pudieron haber sido víctimas de un doble crimen: la puerta de la vivienda estaba sin llave y en el interior había desorden, faltaban los teléfonos celulares de ambos y uno de ellos tenía su rostro cubierto con una remera. Los cuerpos, por otra parte, presentaban un estado avanzado de putrefacción.
El hallazgo se produjo pasadas las 18 de este miércoles en un departamento de un complejo ubicado sobre la calle El Gaucho al 5900, en el barrio General San Martín. Los hermanos fueron identificados como Marcelo Fernando Grosso, de 56 años, jubilado que trabajaba como motorman de subte, y Mónica Cristina Grosso, de 63, quien tenía domicilio registrado en el partido bonaerense de Moreno.
Un efectivo de la Comisaría Vecinal 12-B de la Policía de la Ciudad se acercó hasta allí después de que un vecino de la zona, preocupado, llamara al 911 porque en la casa de Grosso no respondían los llamados. Al llegar, como nadie atendía la puerta, el policía abrió una persiana y vio el cadáver de la mujer. Decidió entonces ingresar al domicilio y advirtió que la puerta no estaba cerrada con llave.
Una vez adentro, halló el cuerpo de Mónica Cristina boca arriba en el suelo del living. En la misma posición, pero al costado de la cama de una de las habitaciones, estaba el cadáver del hombre, con restos de sangre a su alrededor. De acuerdo a las fuentes, mientras se aguardaba la evaluación de la Unidad Criminalística de la fuerza porteña, no se pudo determinar a simple vista violencia sobre los mismos debido al estado de descomposición.
Intervino la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº46, a cargo de la doctora María Capanegra. Por el momento la causa está caratulada como averiguación de muerte por causas dudosas.
